
EL VIGILANTE
Cansado de su vigilia y cansado de colgar de las paredes, de que lo pinten en las bolsas, en los ceniceros, en las camisetas, es la hartancia, no deja de descubrirse hasta en las pinceladas mal logradas.
De nada me sirve, tengo que cuidarme sola, despertar cada media hora, los monstruos todavia aparecen...
Hace meses que no duermo corrido por más de una hora, las cosas no dejan de moverse, tengo que cuidarme de las sombras.
ESCUCHANDO: what's up?/ 4 non blondes
rain/ blind melon